Endomancia

sábado, agosto 20, 2005

Noche de hipocresía

Tantos egos juntos no caben en un solo boliche, hubiera pensado yo. Luego esta noche me dí cuenta de que sí es posible. Porque casi todos esos egos eran más chicos de lo que parecían. Y el aire demasiado viciado de hipocresía, es más nocivo que el querido humo que acaban de prohibir.

Voy caminando y me llevo por delante un montón de frustraciones. Y llevan disfraces: de hostilidad, de altivez... algunos hasta de sonrisa y buena onda. Voy tratando de divertirme y me encuentro con que nadie quiere divertirse en realidad (me hubiera gustado que lo hagan). Todos se dedican a aparentar.

Sí, "nadie", y "todos". Está bien dicho, porque era gente. Estaban disfrazados de televisión, bajo muchas capas de maquillaje, y costó ver que eran personas como cualquiera. Pero era gente. Definitivamente hay algo que los hace querer vivir, querer juntarse, como a toda la gente. Pero definitivamente esa no es la forma.

Y si sos la persona que estoy buscando, seguramente entendés de qué estoy hablando. Podés estar en desacuerdo con algo, pero sabés a qué me refiero. Pasé mucho tiempo pensando que me podía acercar a alguien en un boliche, y es duro aceptar tanto tiempo perdido.

Por otro lado, si no sabés de qué hablo, si te aburrís leyendo, si pensás que un boliche cualquiera siempre tiene algo de auténtico, entonces solamente te puedo decir que no pierdas el tiempo con este blog. Pero antes de que te vayas, mirá adentro tuyo y sacate la careta, que acá nadie te ve. Dale, animate... y ahora decime si lo que ves en vos, sin maquillaje, es lo que le contarías a quien quiera escucharte.

¿La respuesta es un tímido "no"? ¿El último párrafo te dio un poco de miedo? Entonces alejate de acá, y te deseo lo mejor (que no es mucho en tu caso).

Pero si querés sacarte el maquillaje y mostrarte, Bienvenido. Bienvenida.

Ponete cómodo, ponete cómoda. Te estuve buscando por mucho tiempo.

Bienvenidos a mi mundo.

jueves, agosto 18, 2005

Pensamientos líquidos (Sin título 3)

Esta es una poesía de una amiga que llegué a querer, aunque sea una figurita en mi lista de contactos.

se licuan
escapándose de
tapándose con
atrás del armario
de la ropa y del armario
bajo la ropa

diluyéndose
en un coma profundo
peligroso enigma de futuro
miedos
como el agua se escurre
atravesando
rendijas encarnadas

desaparece para esconderse
perdiendo el sentido
los pensamientos líquidos
no tienen destino ni reposo

se esfuman
hasta perderse
por un rato
y volver a aparecer en

lunes, agosto 15, 2005

Sin título 2

Quiero aprovechar estos minutos de lucidez (o confusion extrema) para decir esto: siempre me gustó dejarme llevar, pero nunca me animo. Por eso es que soy tan creativo (de maneras que solo algunas damas conocen), y por eso es que me vuelvo sensitivo y distante a la vez. Sensitivo a los ambientes, a las caras y a las miradas, y distante de los aspectos más noscivos de todos los asuntos (a veces esto incluye la realidad que todos los demás ven).

En este momento me dejo ir, y probablemente este texto no sobreviva a mi proyecto de dormir de esta mañana. Pero lo intenté, y lo voy a seguir intentando.

Sigo necesitando creer en lo que no puede ser verdad. Pero bueno, ese soy yo.

miércoles, agosto 03, 2005

Un día y una noche


El día comienza preparado para vivirse, todo para él.
Avanza el tiempo y se alimenta del sol, del aire, de los ojos abiertos; de los oídos atentos; y principalmente de la belleza (de la armonía tal vez).
El día se mueve, lentamente al principio, y con más energía después.
Solo hace una pausa, para llenarse de vida otra vez.

Cae la noche y llega el punto cúlmine en que todo puede hacerse. Una inquietud habla de las cosas pendientes.
Mientras pasa el tiempo, algo molesta en el fondo de su cabeza, que no es el dolor en el cuello ni la migraña. El ardor de los ojos se funde con otros ardores menos concretos, pero no por eso menos reales.

Y aunque el sueño invade todos los rincones, se fuerza a creer que todavía hay algo que hacer. Y sin hacer nada, se limita a dejar pasar el tiempo, aliviado de estar consciente y controlando sus pensamientos. Sin embargo todo se difumina a medida que pasan las horas.

Dormir es perder el tiempo.
Rechaza con espanto la idea de ceder un tercio, un cuarto del día a la inconsciencia.
Dormir es desvanecerse.
Le teme a la inexistencia, ahora que abraza la existencia con toda sus fuerzas. Antes no era un problema, ser o no ser, esa era la cuestión.

Eventualmente se pierde la capacidad de percepción. En ese momento sueña despierto que los eventos fluyen fuera de su alcance. Que los pensamientos son líquidos, y la realidad es una de un millón. Se avoca a vivir cinco o seis realidades juntas. Tiene ansias de vivir.

Y cuando al fin llega el angel del sueño, el sol con sus fuerzas renueva el ambiente. Un nuevo día está listo, preparado especialmente para él.


"Con el insomnio, todo nada es real. Todo está lejos. Todo es una copia, de una copia, de una copia..."

"Cuando se tiene insomnio nunca se está verdaderamente despierto ni verdaderamente dormido."


Jack (Fight Club)