El delicado arte de falalearme la mente
El acto, inusualmente liberador, de falalearme la mente, es un delicado arte que sólo puede practicarse en buena compañía. Una forma sutil de intimidad, donde priman los gritos entusiastas o las miradas de comprensión, y a veces las conversaciones sesudas. El bucle semántico gira sobre sí mismo y atraviesa las realidades implícitas en la ronda; se nota otro tipo de armonía en el aire, de la que no estamos seguros de que necesite símbolos para ser comunicada.
Yo conozco sobre aislamiento, pero inevitablemente algo penetra mi envoltura impermeable. El delicado arte de falalearme la mente se ha constituido en una salida. Encuentro palabras que no eran palabras, y que pescan sensaciones.
Mejor dicho, encontramos.
Las palabras siguen marcando el camino, y éstas han mostrado un camino particularmente atractivo. Cada faceta de cada personaje de la compañía, cada frase, cada expresión, tienen uno, dos, tres significados, y se suceden con un ritmo pacífico al fin. Al fin.
¿Y a quién le importó alguna vez la coherencia, salvo para hablar de la realidad estandarizada? La coherencia tiene su propio rol y su propio lugar, ni mayores ni menores que el roy y lugar de una buena cerveza helada. Se aprecia particularmente la sinceridad de corazón, los gestos significativos, la ausencia de prejuicios y la falta de maquillaje en la personalidad.
Si cierro la ventana otra vez, acudiré a Margarita, a Fernando y a Piter, y la volveré a abrir en muy poco tiempo.
Yo conozco sobre aislamiento, pero inevitablemente algo penetra mi envoltura impermeable. El delicado arte de falalearme la mente se ha constituido en una salida. Encuentro palabras que no eran palabras, y que pescan sensaciones.
Mejor dicho, encontramos.
Las palabras siguen marcando el camino, y éstas han mostrado un camino particularmente atractivo. Cada faceta de cada personaje de la compañía, cada frase, cada expresión, tienen uno, dos, tres significados, y se suceden con un ritmo pacífico al fin. Al fin.
¿Y a quién le importó alguna vez la coherencia, salvo para hablar de la realidad estandarizada? La coherencia tiene su propio rol y su propio lugar, ni mayores ni menores que el roy y lugar de una buena cerveza helada. Se aprecia particularmente la sinceridad de corazón, los gestos significativos, la ausencia de prejuicios y la falta de maquillaje en la personalidad.
Si cierro la ventana otra vez, acudiré a Margarita, a Fernando y a Piter, y la volveré a abrir en muy poco tiempo.
3 Comments:
At 7/11/06 19:45, Anónimo said…
Mi mente viene asi de falaleada hace un tiempo...
Y ahora está más falaleada que nunca.
AU TO CHUPE!!
At 9/11/06 03:08, Lisandro said…
Me gustaría haber sabido la fórmula para abrir esa ventana. De todas maneras, estoy seguro que en ese bucle semántico estuvimos; lamentablemente algunos decidimos bajarnos (la semántica llama a la coherencia, mal que mal).
Por supuesto, contento que hayas encontrado una salida.
Sin embargo no tengo forma de ubicarte. Comunicate cuando andes por la Ciudad de los Muertos, sabés como encontrarme.
Un abrazo que espero signifique algo.
At 9/11/06 14:43, el condimentador said…
Y por acá sale otro abrazo también esperando significar. No recuerdo cuantos días atrás (si recuerdo que fueron menos de 4 o 5), después de recordar a un amigo y buscarlo entre fotos, lo veo en fotos y me alegro de saber que está en pié. De todas formas eso no me conforma, y decido buscar sus huellas. Hablo con algún barbudo platense que me dice que mi amigo no anda bien, así que lo llamo... "el celular al que está intentando llamar se encuentra inhabilitado para recibir llamadas"... puta madre, no tengo otro teléfono para contactarme. Vengo a ver por acá si hay algo, y no encuentro nada posterior al primero de marzo. Como hago para encontrarlo ahora? No contesta los mails... Cómo hago para decirle que todavía puede acercarse y que sus amigos lo quieren?
Asumo que ya tendré noticias, mi teléfono es aún el mismo
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